Una instalación olímpica

En una pequeña ciudad enclavada entre dos ríos de montaña, el Valira proveniente de Andorra y el Segre proviniendo de Francia, el deporte de la canoa de aguas bravas comenzó en 1964 con la fundación del club local. La tradición de transportar troncos por el río Segre, desde el siglo XVIII fue un utilitario preámbulo de este apasionante deporte.

El piragüismo como deporte había nacido en Inglaterra en 1866, y se había desplegado por Centro Europa y Norte América a comienzos del siglo XX, expandiéndose en su segunda mitad cuando las canoas de fibra de vidrio mejoraron mucho las prestaciones en un reto permanente. En los JJOO de Berlín 1936 la canoa con las disciplinas de pista entró en el programa del CIO, y en los JJOO de Munich 1972 (Eiskanal de Augsburg) la canoa slalom fue por primera vez introducida en los Juegos Olímpicos. En los veinte años siguientes no hubo aguas bravas en el programa olímpico, hasta que en el año 1988 el CIO incorporó el slalom en los JJOO de Barcelona 1992, quedando desde entonces en el programa del CIO.

La modalidad de slalom en canoa fue creada en Suiza, a imitación del esquí alpino, destinada al aprendizaje de la navegación por aguas bravas, y del conocimiento de la técnica, del agua y de sus corrientes. El parque acoge el club Cadí Canoë-Kayak para desarrollar el deporte de base, los Centros de Tecnificación deportiva de alto nivel en slalom y esquí de fondo, y los entrenamientos de equipos nacionales de slalom de todo el mundo.

La instalación del Parc Olímpic del Segre también incorporó importantes innovaciones, que más adelante han influido en la evolución de este deporte en los primeros centros del mundo.

• El concepto de circuito cerrado, que facilita entrenamientos y competiciones
• La minicentral de bombeo y turbinación, que garantiza el caudal de agua
• Los remontes de embarcaciones, combinando canales de agua y cinta transportadora
• La tecnología dirigida a las competiciones y entrenami

Desde la apertura en 1991, el Parc del Segre ha priorizado la funcionalidad con el respeto ambiental. La actividad deportiva se combina con la explotación de actividades turísticas, la generación de energía y el parque urbano para los ciudadanos.

Entre los meses de julio y agosto de 1992 se organizaron en La Seu d’Urgell las competiciones olímpicas de Barcelona 1992, con la participación de 135 atletas encuadrados en 25 comités olímpicos nacionales, compitiendo en tres categorías individuales K1 hombres, C1 hombres, K1 mujeres y una doble canoa C2 hombres. Las pruebas fueron un gran éxito, también en la TV, donde se ganaron las Anillas de Plata del CIO para los deportes de la Olimpiada de Barcelona.

Los JJOO de 1992 comportaron una renovación urbanística de la ciudad y la renovación del Hospital, muy importantes, además de la experiencia del éxito que se puede conseguir con unidad, planificación y correcta ejecución.

La Canoa de Slalom ha progresado mucho, tanto a nivel local como nacional, hasta conseguir el segundo puesto en los Campeonatos del Mundo de 2019 entre 63 naciones participantes, y una cualificación plena de slalom para los JJOO de Tokio, llegando las cuatro categorías a las competiciones finales.

El Parc Olímpic del Segre es un referente de legado olímpico alcanzado y continuado, aportando un impacto económico inducido a su entorno, calculado en el triple de la actividad económica de la propia instalación. Al beneficio económico se le añade el beneficio social que aporta el deporte y el parque urbano.

Las competiciones nacionales e internacionales encuentran en el Parc Olímpic del Segre y el grupo organizador, las condiciones óptimas para probar a los atletas y a sus entrenadores, los cuales además aprecian la hospitalidad y proximidad de los alojamientos y restaurantes de La Seu d’Urgell.

Hasta el presente, en Parc Olímpic del Segre, la RFEP ha organizado 19 Copas del Mundo de Slalom FIC, unos Campeonatos de Europa en 2011 y tres Campeonatos del Mundo de slalom FIC en 1999, 2009 y 2019.

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